Bendiciones y buen ánimo para el próximo año.


Este es mi deseo para ti:

BUEN ÁNIMO PARA EL NUEVO AÑO.

Este año viejo ya se despide. El recorrido está llegando a su fin.

Esta mañana me he sentado a escribir en el cuaderno de la Bitácora del velero. Admito que lo tenía bastante abandonado.

Me he detenido para reflexionar, queriendo escuchar la voz del Buen Capitán.

Tomo aire... suspiro... pienso... aparto este tiempo para leer el libro inspirado. Escucho la voz del Señor que siempre está a mi lado.

Necesito encontrar la calma en medio del mar de la vida que se sacude feroz en estos últimos días.

Mi alma está inquieta. Estoy preocupado, afligido, asustado, ansioso, angustiado... no sé cómo calificar mi estado actual... Es que son muchas las cosas que en este mar están pasando y no me ayudan para nada todas las malas noticias que siguen llegando.

El mar de la vida no está en calma y los problemas buscan robarle la paz a mi alma.

¿Qué puedo hacer con todo lo que ha pasado?

Si esto que tanto me afecta es algo que pertenece al pasado... ¿De qué me sirve estar preocupado, amargado, angustiado?

Vuelvo a suspirar... Soplo y largo el aire que se acumula en mi pecho.... Fuuuu...!!! 

Es cierto... lo que siempre digo:

No tiene sentido mirar para atrás lamentando lo que ya ha sucedido, pues nada podré cambiar de todo lo vivido.

Me detengo y sigo pensando... ¿Qué es lo que me preocupa tanto?... ¿Me preocupa el porvenir? ¿Estoy mal porque pienso en lo que puede llegar a venir?

Siendo sincero debo decir que muchas de las cosas que en el pasado tanto me han preocupado, nunca han llegado a ocurrir como me las he imaginado.

Mi mente suele crear fantasmas en este mar de la vida y en mi imaginación se levantan gigantes aterradores que me llenan de preocupación. 

El Capitán siempre me dice que no le debo dar lugar a los pensamientos que no se ajustan a la verdad y que debo entregarle a Él todo temor y toda ansiedad.

Si esto que hoy tanto me asusta o me preocupa, es algo que me imagino que puede llegar a venir, debo recordar que el Buen Capitán a mi lado siempre va y que Él sabrá qué hacer cuando llegue esa supuesta adversidad.

Lo cierto es que ni siquiera tengo control sobre el día de hoy. No sé qué me espera en esta jornada, por eso ahora me detengo para leer y meditar en Su Bendita Palabra.

Esta mañana leo el relato escrito por Lucas en el libro de los Hechos, en el capítulo 27:21 al 32 

Así comienza la lectura:

“Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo:

“Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida.”

(Hechos de los Apóstoles 27:21)

Pablo está en una embarcación que va rumbo a la destrucción. Están enfrentando una gran tempestad, la situación amenaza con destruir su vida junto con la de toda la tripulación.

El relato me deja ver que perderán todo por causa de la negligencia y la desobediencia de alguien que no quiso escuchar un buen consejo a tiempo.

¡Cuantas veces sucede así en nuestras vidas! 

Nos vemos afectados por la desobediencia de otros que navegan a nuestro lado.

Se me ocurre volver a leer el verso 20 que dice:

“Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.”

(Hechos de los Apóstoles 27:20)

Me imagino la situación: 

¡Muchos días de oscuridad! 

¡Muchos días de ansiedad!

¡Muchos días sin comer!

¡El estómago revuelto a más no poder!

¡La mente llena de remordimiento!

Una vida que navega sin esperanza solo encuentra sufrimiento. 

Cuando pasamos por esos oscuros momentos la angustia y el tormento nos roban las ganas de seguir viviendo.

Pablo, Lucas, con todos los demás están luchando por mantenerse en pie, mientras la embarcación se sacude por la furiosa tempestad. 

En esta situación es cuando Pablo habla y dice algo así:

“Lo mejor hubiera sido que escucharan mi consejo y que obedecieran a tiempo, pero ahora ya no tiene sentido lamentar lo que no se ha hecho”

Me encanta ver que en medio de esta terrible situación, Pablo tuvo un encuentro a solas con el Señor.

Cuando una persona pasa tiempo escuchando a Dios luego puede acercarse a otros y dar una palabra de aliento que les ayudará a soportar el sufrimiento.

Esto dice el pasaje de hoy:

“Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave.

Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: 

“Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.“

Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.”

(Hechos de los Apóstoles 27:22-25)


¡Qué maravilla la confianza de Pablo!

¿Puedo decir de corazón esto mismo?

¿Confío realmente en Dios que todo será para bien como Él ya me ha dicho?

La tormenta sigue pero Pablo puede hablar y decir:

¡TENGAN BUEN ÁNIMO!

Se perderá lo material pero no se perderá lo principal.

¡Tengan buen ánimo! 

Si... ¡Tengan buen ánimo!

Las cosas están mal, pero escuchen lo que les digo... ¡TENGAN BUEN ÁNIMO!

Si, si te escuchamos... pero ¿Cómo lo hacemos Pablo?

Hay una sola manera de tener buen ánimo y es creyendo en las Palabras que ya se nos han hablado. 

Las Promesas de Dios tienen cumplimiento y nos han sido dadas para fortalecimiento y renovación del entendimiento.

Si tu vida se sacude. Si a tu lado solo ves oscuridad y si la tempestad amenaza con destruir toda la embarcación, aférrate a la Palabra del Señor y confía en sus promesas. 

SOLO LA FE EN DIOS NOS  MANTIENE A FLOTE CUANDO TODO SE HUNDE.

Jesús es el único que puede dar salvación cuando todo en este mundo va camino a la destrucción.

Ten ánimo y aférrate a la Palabra de Dios.

Si tienes a Jesús en tu corazón, podrás perder la salud, podrás perder lo material, pero nunca se perderá tu alma que es lo principal.

Te saludo deseando: 

BENDICIONES Y BUEN ÁNIMO PARA EL PRÓXIMO AÑO. 

Sigue avanzando, sigue  navegando, sigue confiando que Dios ya te está cuidando.

Y recuerda que:

Frente a las tormentas de la vida, que a todos nos tocan, solo siguen en pie aquellos que han edificado su casa sobre La Roca.

Hasta la próxima.

Gerwuer ⛵️

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